lunes, 23 de agosto de 2010

Cap 7: "Es él... si, es él"

Escuchen esta cancion, es hermosa. Por eso mi cantante fvorita es Avril Lavigne... es magnifica cantando, componiendo... siendo tal es ella. Escuchenla:



Al terminar, soltó con insensibilidad las manos de Joe, pero al verlo a los ojos, pudo que ver que había herido sus sentimientos, y estos se delataban en sus profundos ojos grises. Tratando de reparar su frialdad hacia Joe, tomó entre sus manos el rostro de ese ser inmortal, y beso sus labios resecos con mucha lentitud y total dulzura. Joe la rodeo por la cintura con sus fornidos brazos y la acerco más a su cuerpo. Esta lo abrazo por el cuello con sus brazos y descanso sus manos en su espalda. Alison pude escuchar como Nat y John se retiraban de la habitación, subiendo a trote por la escalera. Lentamente Joe fue dando pasos hacia atrás, conduciendo a Alison al sofá. Él se fue recostando en el sillón y Alison termino encima de su dotado cuerpo. Hundidos en un profundo beso, donde los labios se movían con rapidez, donde sus lenguas se entrelazaban y se rozaban sin pudor, donde cada rincón de sus bocas fue degustado y explorado, se fueron deshaciendo de sus prendas. La remera mojada y llena de tierra de Alison, terminaron en el suelo, y la camisa de Joe, termino encima del televisor. Ella se dejo llevar por los perfectos labios de Joseph, y él se deleitaba con sentir el calor de su amada en su abdomen desnudo. Alison podía sentir cada músculo bien marcado de Joe en su vientre, mientras que el se maravillaba sintiendo las manos de Alison en su marcado pecho.
_ No aquí –dijo Alison, en medio de un beso, dándose cuenta de que Joe trataba de bajar la bragueta de su pantalón de Joe.
_ Conozco el lugar perfecto –contesto el, sonriendo con picardía y gimiendo de placer mientras Alison secaba de su frente gotas de transpiración.
_ Llévame –contesto Alison, impresionándose de su propia voz, que sonaba seductora y excitada, comparada con su voz angelical y aniñada.
De un segundo a otro, Joe había subido la escalera y dejaba a Alison en su cama negra.
Cerro la puerta con llave, se despojo de sus apretados jeans negros con rapidez, y se recostó al lado de Alison, mientras la besaba ferozmente.
Imágenes, a Alison se le vinieron imágenes a la mete… una cara, una perfecta cara… Matt.

¿Qué estas haciendo? ¿Y Matt? Aun no lo superaste… aléjate de este idiota, y piensa en lo que haces… ¿Quieres esto? ¿O solo te estas dejando llevar por la atracción que Joseph influye en ti? Piensa si esto es lo que quieres… no ilusiones a Joe, él no te hará daño… pero si no olvidas a tu primer amor, no podrás volver a amar de nuevo. ¿Él te hace igual de feliz de lo que te hacia sentir Matt? No seas estupida, y aléjate de él… dijo una voz en su cabeza.

Alison dejo de corresponderle los besos a Joe, él se dio cuenta. Ella miraba el techo con los ojos desorbitados, mientras él la miraba, ahora sentado a su lado.
_ ¿Qué sucede? –pregunto Joe, confuso.
Se levanto lentamente de la negra cama de seda, salio de la habitación de Joe dando zancadas, dejándolo solo y confuso, se metió en la de Matt, tomo una remera negra, una chaqueta negra de polar, se las puso, y al salir de la habitación, salio por la puerta principal, dirigiéndose al centro de la ciudad. Al llegar a la calle San Martín, ya eran las 22:00. Estaba caminando sin dirección fija, mirando sin mirar las vidrieras iluminadas, caminando junto a personas que no conocía, con la mirada perdida en la belleza de la luna. Al llegar a San Martín y Fadul, como en la esquina había unos bancos para sentarse, se acomodo en uno de ellos. Con frío en las manos y en los pies, miraba pasar a las personas, miraba a los perros vagabundos seguir a niños, miraba a parejas besarse en la oscuridad, miraba a adolescentes beber cerveza, acompañados de chicas de su misma edad, observaba como la vida pasaba ante sus ojos, y ella estaba detenida en el tiempo, viendo como todo pasaba en cámara lenta. Veía a los autos pasar, la gente caminar, los aviones volar, las luces prenderse y apagarse, las hojas desprenderse del árbol junto a su lado por el duro y fresco viento… todo en cámara lenta. Pudo sentir como las gotas golpeaban en su rostro, como las partículas de lluvia impactaban y humedecían su campera de polar negra, como de su cabello goteaban las gotas de agua helada, como el agua nublaba su vista, como el frío entumecía sus dedos y como no podía dejar de mirar sus negras zapatillas llenas de tierra.
Al levantar la vista, se detuvo a mirar a una persona. Era él… si, por fin era él.

No puede ser… no puede ser. Oh no! Es… es… es él…

Se acercaba cada vez más ella, dando lentos pasos, pero moviéndose delicadamente como siempre. Sus manos estaban dentro de su chaqueta de cuero negra, su cabello castaño estaba húmedo e igual se veía tan encantador como siempre, sonreía ampliamente, dejando ver sus dientes blancos, brillando como perlas, sus ojos resplandecían con ternura, vestido de pies a cabeza con ropa negra, su piel blanca y fría contrastaban con la impenetrable oscuridad que reinaba a su alrededor y con su ropaje totalmente negro. Debían ser las 23:40, mas o menos, ya casi ningún auto circulaba, como era lunes, todo el mundo dormía a estas alturas de la noche. Con pasos lentos y sigilosos, se sentó a su lado, y con sus helados brazos, la rodeó por los hombros. Ella lo miraba con los ojos desorbitados. Se veía tan perfecto, igual como ella lo recordaba, no con tanta exactitud, pero lo recordaba. Estaba a su lado, abrazándola como si él jamás se hubiera ido. Todo a su alrededor se oscureció, desapareció, ya no había nadie mas en la ciudad… solo ellos, y nadie mas. Su sonrisa era torcida, la favorita de Alison, esa sonrisa era tan calida, y a la vez con un toque de picardía, que a él le quedaba tan bien… porque a él no se podía describirlo sin la palabra perfecto. Él, no tenia defectos… al irse, solo la quería cuidar, y aunque no funciono... volvió, volvió… volvió por ella. Aun con una sonrisa es sus finos labios, acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja de Alison, ya que le cabria el ojo derecho. Quito su brazo del hombro de Alison, se paró y se puso de cuclillas frente a ella. Sus caras quedaron enfrentadas. Con el dedo índice de su mano derecha, Matthew recorrió el contorno de los labios resecos y fríos de su amada inmortal. Él se saboreo sus labios pálidos, y se mordió el labio inferior, como tratando de no hacer algo. Se despeino un poco, al pasar sus dedos por entre su cabello castaño claro. Luego descasó sus manos en la falda de Alison… mientras esta solo lo miraba con ojos desorbitados y centelleantes. Él la miraba con cariño, con ternura… poso sus manos en el rostro de Alison y le beso la frente. Ella cerró los ojos, para poder sentir el aliento de Matt, para poder sentir como sus labios fríos, pero suaves, para poder sentir el aroma que emanaba su cabello, para poder sentir como sus labios temblaban al besarla. Al terminar, Matt coloco su frente contra la de Alison, para poder sentir su calor. Ambos mantenían los ojos cerrados, querían sentir como era volver a mantener ese calor, esa calidez electrizante. En el aire se podía sentir el calor que emanaban sus cuerpos, ahora juntos… unidos por tan poco. Aun seguía lloviendo, pero no importaba. Ambos podían obtener el calor que necesitaban del otro. Al despegar sus frentes, Matt se volvió a morder el labio inferior y abrió los ojos lentamente… ella lo miraba con curiosidad.
_ ¿Por qué te muerdes el labio? –pregunto Alison, curiosa.
_ Porque deseo besarte…pero no creo que sea lo mejor –dijo con voz aterciopelada y seductora, mirándola directamente a los ojos, aun con una maravillosa calidez.
_ ¿Por qué no lo haces? –pregunto ella.
La calidez desapareció de los ojos de Matt. Parecía tenso, fastidiado, molesto. Sus ojos se volvieron negros, como la oscuridad que reinaba a su alrededor.
_ Por todo lo que te hice... te abandone a tu suerte, sabiendo que me amabas con desesperación. Te deje sabiendo que sufrirías por mi partida. Renuncie a ti, sabiendo que tú claramente no estarías bien con eso… te abandone sin decir adiós, hice tantas cosas… sabiendo de ante mano, que no te haría bien. Sabía que te mataría mi distanciamiento… siempre lo supe… pero eso, parece, que no me fue impedimento para irme. Debía irme… pero debía quedarme. No te hago bien… pero me necesitas. Amo tu bienestar… tú amas lo que te hace mal. Amo tú seguridad… tú persigues el peligro. ¿Qué debía hacer? Seguí el camino del cobarde… y solo te abandone. No soy lo mejor para ti… pero a ti te hace bien mi compañía. Y eso no tiene sentido… pero para ti… si lo tiene. Eres rara… pero eres mí rara.
_ Claro… -dijo Alison, examinando todo lo que dijo Matt- eso tiene sentido para mi… pero no para ti. Yo soy tu presa… y amo a mi depredador. Yo soy la oveja… tu eres el lobo. Yo soy el hielo… tú eres el fuego. Yo soy la débil… tú eres el fuerte. Yo soy la mortal… tú eres el inmortal…
_ Somos muy distintos… por eso no debemos estar juntos –dijo el con tristeza.
Ella, ignorando por completo su último comentario, dijo:
_…somos muy distintos, y por eso nos complementamos tan bien. Por eso debemos estar juntos… por eso somos el uno para el otro. Por eso nacimos para estar juntos… estamos predestinados a estar juntos…
_ Eso no tiene ningún sentido lógico –dijo el, sarcástico
_.... nos une algo que no podemos ver, debemos estar juntos… ese es nuestro final. O amarnos mientras estemos juntos, o morir… estando completamente aislados de todos, solitarios como una isla en medio del Pacifico…
_ Eso tampoco tiene sentido… ¿o estar juntos, o morir solos? -preguntó él, tontamente.
_ Si… eso tiene sentido para mi –dijo ella, seria- Ninguno podrá ser feliz…
_...si no esta con el otro –dijo él, completando la frase.
_ Exacto –declaro ella, sonriendo ampliamente.
_ Esto se sabe mucho a Harry Potter, a la profecía de muerte… pero esta es de amor –dijo el, sonriendo torcidamente, mirándola a los ojos, ahora con los ojos color Maroon caramelo.
_ Lo se… a mi me sabe mucho a la saga Crepúsculo –dijo ella, meditando bien los hechos, pero devolviéndole la sonrisa.
_ Que perfecta eres cuando sonríes para mi… eres tan hermosa, pereces un ángel… –dijo él, sentándose a su lado nuevamente y abrazándola.
_... y tú pareces un vampiro de más de 100 años –dijo ella, tontamente.
_ Oh! ¿De verdad? No lo sabia, ¿Por qué no me lo dijiste antes? –preguntó él, besándola en la frente.
_ ¿Para que? Si tú ya lo sabes de memoria… ¿no me digas que recién te enteras? –inquirió ella, sonriendo, jugando con él, mientras lo abrazaba con fuerza.
_ Recién me entero mi ángel… pero si tú me amas asi, yo puedo vivir con eso… pero solo si tú me aceptas y amas así –dijo él, ahora serio, apoyando su cabeza en su coronilla, para apretarla contra su pecho.
_ Yo siempre te voy a amar asi… seas lo que seas. Si tú llegaras a ser la paraca, que viene a llevarme al otro lado, igual te amaría… igual que ahora, con locura, pasión, desesperación, con todo mi corazón, te amaría aunque fueras el diablo, te amaría aunque fueras lo que mas temo, te amaría… aunque tú no a mi. Jamás te dejaría de amar… tal vez si de esperar, pero jamás de amar. Eso nunca, amor mió.

2 comentarios:

  1. Me encanto el cap!! Simplemente perfecto! Pero prefiero al otro vampiro...Joe♥ Amo tu nove! Jamás olvides que siempre voy a estar para vos!! El capitulo la verdad muy romantico... esa es una de las cosas que amo de vos!
    Mejor amiga lejana cada vez más cercana te amo!!
    Besos!! Seguila pronto porque quiero saber que es lo que va a pasar en el siguiente cap...!!
    Bye! I♥U

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  2. Por favor tienes que seguirla.
    No sabes lo mucho que me ha gustado

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